María ¿real o manipulada?, es el mejor invento de la Iglesia católica, el culto a María. Las religiones siempre tenían un Mesías varón, incluso la iglesia católica predica aún hoy, que el valor de las mujeres es tener hijos y ser obedientes con sus maridos. Y siendo práctica común desde la Edad Media la separación de fieles por sexos, incluso hasta bien entrado el siglo XIX, las mujeres debían de estar sentadas juntas y separadas de los hombres, igual que en los templos hebreos y musulmanes.

El culto a María fue proclamado Dogma de Fe por el Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, en la Bula Ineffabilis Deus. 5. El Dogma de la PERPETUA VIRGINIDAD, este consiste en que la Madre de Dios conservó plena y perdurablemente su Virginidad (antes y después). Yo siempre recuerdo el 8 de diciembre como el «Día de la madre», dando algún regalo a nuestra progenitora, hasta que cambiaron ese día al 1er domingo de mayo. La católica iglesia se plegó a los intereses comerciales en 1965, se decidió trasladar el Día de la Madre al mes de mayo, la razón esgrimida por los propietarios de comercios y grandes almacenes era que ese día fuese un modelo de fiesta similar al norteamericano. Desde entonces el 8 de diciembre dejó de celebrarse el Día de la Madre, permaneciendo en el santoral como: Nuestra Señora de la Concepción (también distinto al día elegido en el Concilio de Éfeso -ver más abajo-). Otra hipocresía más de la Iglesia, lo comercial más que a la fe. 

El Concilio I de Nicea – 20 de mayo al 25 de julio del año 325 -. obispos de todas las regiones donde había cristianos, discutieron sobre la divinidad de Jesús. Arrio, negaba la verdadera divinidad de Jesucristo, y fue excomulgado, afirmaba que Cristo había sido la primera creación de Dios antes del inicio de los tiempos, pero que, habiendo sido creado, no era Dios mismo, no era más que una criatura, aunque muy excelsa y eminente, y que no era de naturaleza divina.

– En el Concilio de Éfeso se discutió sobre María madre de Jesús, teniendo en cuenta que Yahvéh estableció que no hay nadie por encima de Él (Deuteronomio 4:35-39/Isaías 43:10-11/Efesios 4:6) nadie. Por lo tanto, hablar sobre María partimos de un fundamento muy oscuro, cuyo inicio se remonta aún más atrás en la historia. Es el mito y engaño mejor elaborado por la Iglesia católica, siglos y siglos de adoctrinamiento, convirtió a una diosa pagana de origen babilónico en la figura de adoración más grande de todo el mundo. Iniciemos diciendo que no es nuestro afán desdeñar lo que representa María, una mujer virtuosa, temerosa del Señor, descendiente de la casa de David, tal cual menciona la Escritura (Isaías 7:14/Lucas 1:26-37), no obstante, desde este punto en adelante el catolicismo se encargó de darle casi el estatus de diosa, a una mujer cuya obediencia le fue contada por justicia para tener el honor de albergar en su vientre al Mesías que había sido prometido. Es importante recalcar en este punto que NO HAY NINGÚN TEXTO BÍBLICO en el que Yahvéh indique que debemos adorar a María como la madre de Dios, o la reina del cielo; es curioso, con este nombre también se conocía a Semiramis en Babilonia y otras culturas de la época.

– El Concilio de Éfeso confirmó el Credo Niceno y el título de Theotokos para María como María Theotokos «portadora de Dios», un título legítimo basado en ese credo. También condenaron el nestorianismo la herejía nestoriana (difisitas), que defendía que las dos naturalezas (divina y humana) de Cristo eran completamente independientes entre sí, es decir, que Cristo era solo un hombre que fue poseído y habitado por Dios, y excomulgaron a todos los obispos que no se atuvieron a la decisión del concilio.  Jesús de Nazaret nació de una virgen – María -. También incluye el entendimiento de que su esposo José, no tuvo relaciones con ella durante el embarazo. Los cristianos celebran la concepción de Jesús el 25 de marzo (Fiesta de la Anunciación), su nacimiento nueve meses después, en Navidad (25 de diciembre) o Epifanía (6 de enero) para el calendario ortodoxo. Aunque desde siempre (tomándolo profanamente) se ha tomado el 6 de enero comercialmente como el fin de las fiestas navideñas.

Jesús (un personaje no claramente identificado), pero la opinión mayoritariamente aceptada en medios académicos basada en una lectura crítica de los textos sobre su persona, Jesús de Nazaret fue un predicador judío​ que vivió a comienzos del siglo I en las regiones de Galilea y Judea, y murió crucificado en Jerusalén en torno al año 30.