Aunque oficialmente no se puede hacer campaña, ya están calentando motores los partidos mayoritarios, ambos con un mensaje común pero
con ciertos matices, lo hacen no hacia los votantes sino hacia ese ente que se llama Mercado, y no mienten, les muestran el camino que seguirán cuando alcancen el poder si no somos capaces de impedírselo, las declaraciones de cada uno de los candidatos, mejor dicho de uno, porque el otro no habla, no piensa, solo espera, el trabajo lo realizan sus secuaces.
Sr. Pons, cuando gobernemos los Sindicatos volverán a ser reivindicativos, (suena a provocación).
Ya han empezado por las CCAA donde gobiernan o apoyando en aquellas otras que son afines a sus intereses, con el copago en Sanidad, privatización empresas públicas, reducción funcionarios, pretenden la desaparición de municipios con poblaciones inferiores a 1000 h. reunificándolos (desaparecerán muchos de los puestos de trabajo en ellos), aumento del IVA, el despido gratuito, contratos por horas, días, semanas o meses, exenciones fiscales y en la Seguridad Social a Empresarios, para impulsar los Seguros de Jubilación Privados en manos de la Banca, reducciones drásticas en las Ayudas Sociales….
Sr. Rubalcaba, pediré moderación en los salarios y en los beneficios.
Olvidadas están las medidas de producción de Henry Ford en 1914 (paradigma de los empresarios), al reducir la jornada a 40 h. semanales, imponer un salario mínimo, denominando este incremento en los salarios como una forma de compartir el beneficio resumiéndolo en una frase: “El secreto de mi éxito está en pagar como si fuera pródigo y en vender como si estuviera en quiebra“.
O los planteamientos del Dr. en Ciencias Económica y Empresariales D. Juan Torres López, cuando dice: «Para las empresas en su conjunto la caída de la masa salarial es perjudicial, porque el salario se transforma prácticamente en su totalidad en demanda para las empresas, de modo que cuando menor sea, menos ventas y menos beneficios obtendrán», Reacciona, pág. 72, Edit. Aguilar.
La provocación no es el camino y se debe de pedir moderación, pero en las diferencias salariales entre los ejecutivos y los trabajadores, con un salario digno no de subsistencia para que la nación progrese de forma efectiva, por ser los trabajadores el motor de dicho progreso, los empresarios son solo el combustible y con un fin determinado, enriquecerse, tanto unos como otros necesitan su justa medida, no coartando los derechos y necesidades de ambos.
Publicado: diagonal, eldigitaldeasturias