Finalizada la guerra en 1939, siguieron las brutales represiones durante los primeros años del protofranquismo, si cabe, estas fueron más brutales que las anteriores, muchas fueron producto de envidias particulares por conseguir, propiedades, fincas…, pero hubo una sutil represión, se inició la vigilancia panóptica como forma del control perdurable de la sociedad, personas e instituciones, esta forma fue, el Documento Nacional de Identidad o DNI, que se instauró en 1944.
Desde hace siglos la única forma de tener un registro de los ciudadanos era a través de la Iglesia, principalmente por el Censo, la Iglesia se encargaba de tomar nota en los libros parroquiales de todos los matrimonios, nacimientos y bautizos. Los antecedentes más primigenios datan del siglo XIX, ya en el año 1800 circulaban distintos tipos de documentos como cartas de seguridad, introducidas por Napoleón Bonaparte, cédula de identidad, pasaportes interiores, salvoconductos, certificados de nacimientos… En 1871 se aprueba una ley por la que el Estado pasa a registrar los datos de todos sus ciudadanos, independientemente de su religión.
El Documento Nacional de Identidad o DNI arranca en España el 2 de marzo de 1944, y como documento oficial se produjo en el año 1951. El número 1 del DNI fue a parar al entonces Jefe del Estado Francisco Franco. El número 2 fue asignado a su mujer Carmen Polo y Martínez Valdés y el 3 a su única hija, Carmen Franco Polo (aún vigente). Los números del cuarto al noveno quedaron sin titular y desde el número 10 al 99 quedó reservado a la monarquía, siendo el de Juan Carlos el 10, Sofía el 11, Elena el 12, El número 13 quedó excluido por pura superstición, Cristina el 14 y Felipe el 15.
En un primer momento el DNI no era obligatorio, los primeros ciudadanos a los que se les asignó un número de DNI fueron presos y personas con libertad vigilada, para
tenerlos controlados. A continuación, varones, primero los que tenían trabajos de gran movilidad y después varones de ciudades con más de 100.000 habitantes, y progresivamente se fue registrando a hombres de localidades entre los 25.000 y 100.000 habitantes. Las mujeres se dejaron para el final, empezando también por aquellas que tuvieran que viajar frecuentemente.