Se inició tras ser detenido en Coslada por la Huelga de la Construcción de octubre de 1973, detenido por la 113 Comandancia de la GC, fueron a búscarme a empresa Cutler Hammer donde trabajaba y encerrado en los calabozos del cuartel de Coslada, horas después me introducen en un Seat 1500 negro con cinco GC de paisano, en medio de tres del asiento posterior y me llevaron a casa de mis padres, registraron la habitación donde dormía, fui trasladado a Guzmán el Bueno, una primera parte de interrogatorios, anteriormente en la empresa observé la llegada de la GC, y pude llamar a alguien para que fuese donde vivía para avisar a mi compañero de piso y huyera, no recuerdo si fue un día o dos después cuando dije donde vivía realmente, calle Cantueso de Madrid. Fueron días de palizas, puñetazos en una habitación de la 2ª planta creo recordar y otras salvajadas como estar esposado a una argolla fija en la pared, en esa forma golpeaban con mi cabeza en la pared (supongo que su intención era cortarme el pelo, estuvo casi un mes cayéndoseme cada vez que me peinaba). Me hicieron el quirófano, consistía en tumbarme con los pies agarrados y el cuerpo colgando golpeándome con toallas o algo parecido, otras veces me ponían un mono y me sumergían en una pila llena de agua, supongo, porque el sabor y color no lo parecía, eso lo hicieron dos veces, la segunda casi me ahogo y me desplomé vomitando, estas gracias las realizaban en un callejón adyacente al edificio de la GC de Guzmán el Bueno, me llevaban en coche, en ese callejón había taller o talleres de vehículos y me introducían en un local que no se si era taller o sala de juegos macabros. Varios días en Guzmán el Bueno, me llevan a la calle Reina Cristina (Delegación de Defensa del Ejercito) y ante un militar Jefazo con estrellas, su nieto deambulaba por allí jugueteando, me toma declaración sin apuntar nada, solo lee, paso a depender de la Justicia Militar que pide una condena de 12 años. Vuelta a Guzmán el Bueno donde prosiguió la charla amigable con todo guardia civil que abría la puerta de la habitación en la 2ª planta mientras estaba esposado y atado a una silla, palmaditas cariñosas de todo tipo de personas, paisanos, con ropa de trabajo, con uniforme, cada vez que se acercaba alguno agachaba la cabeza por si evitada alguna, varios días con sus noches, «dormía» sobre un somier esposado de piernas y manos a él y boca arriba. Por fin traslado a la DGS en SOL, en los calabozos me visita Billy el niño, sin entrar en la celda, para acojonarme, lo consiguió. Me dijo: casi te pillamos en el Museo del Prado, llevábamos mucho tiempo detrás del escayolado de mierda y aquí estás. En la DGS de Sol paso una pseudo revisión médica, los moratones, ojo y demás males debería de creer ese supuesto médico que era síntomas de gripe. A la entrada o salida, no recuerdo con exactitud, mi padre entró en cólera cuando vio mi traslado y casi le detienen, gritaba «lo hace por la República canallas», nunca le oí una palabrota a mi padre, le amenazaron con detenerle y mi madre lo apartó, pero mientras me llevaba le oía, y aún hoy recuerdo aquellos gritos. Destino final, Carabanchel 7ª Galería, la de los peligrosos, el 13 de octubre de 1974.
Petición por la Justicia Militar 12 años, por mediación de los abogados se trasladó al TOP, con una petición inicial de 9 años por asociación, terrorismo y propaganda, finalmente fui condenado a 3 por Terrorismo y 1 ½ de Asociación.
Sumario 286 de 1974 – Juzgado de Orden Público nº1 – Rollo número 608 de 1974 ver PDF 1606834936890_sentencia TOP 183-75