Ya tenemos cerca las fiestas navideñas, la época en que todos se desean felices fiestas, muchas veces por compromiso, otras por circunstancias y donde nos reunimos con los compañeros de trabajo, incluso sin desear estar con algunos.
¿Pero hemos pensado por qué?, no voy a hacer una reflexión sobre ello solo os pido que seáis como siempre, así es como os reconocen y os identifican, gruñones, quejicas, melancólicos, aburridos, monótonos, silenciosos, bullangueros, chistosos, serios… No mostréis lo que no sois por culpa de estas fiestas. Así os quieren y así os quiero a muchos de vosotros, siempre será vuestra referencia y así se os recordará, no por una felicitación, a veces de compromiso.
Tampoco debemos de olvidarnos de aquellos que ya no están, porque seguro que lo recordamos por cómo fueron y lo que pasamos con ellos. Recordemos a nuestros mayores, o los de otros o de aquellos no tan mayores que se encuentren solos.
Os recomiendo dos películas
– Coco, una reflexión distinta sobre nuestros seres perdidos, película de dibujos animados, pero más propio mayores que de menores.
– Campeones, otra forma de mirar a los que decimos que son diferentes. Valga también para los miles de emigrantes lejos de su casa, por trabajo, guerras o hambre.
Os deseo de corazón que seáis como siempre, pero reflexionemos un poco sobre la película Campeones, los diferentes tal vez seamos nosotros al tener un corazón de madera.