Dura es nuestra vida cotidiana por la familia, el trabajo, la presión fiscal, los embustes de nuestros gobernantes, las mentiras televisivas, la subida o bajada del petróleo no acorde con el precio final que pagas en la Gasolinera, la desinformación, la rabia por la impunidad de los corruptos y defraudadores a pesar de sus fechorías, la dilatación de las causas, la prescripción de los delito sin devolver lo robado ni entrar en prisión, o las campañas de marketing de las grandes compañías casi tratándote como a un niño con golosinas para la compra de productos.
El estar pendiente de los extractos del Banco porque puede aparecer un cobro imprevisto, teniendo que aclarar dicho entuerto pidiendo permiso, pues solo abren por las mañanas, cobro a consecuencia de una llamada telefónica, generalmente un seguro que no deseas y rechazas en la misma, dicen que gratuito durante tres meses, pero te cobran de inmediato, y te preguntas ¿cómo saben mi teléfono?, indagas y llegas a la conclusión que la información viene del propio Banco, la Cia. Telefónica, el concesionario donde has comprado el automóvil… Lo mismo con el tendero habitual a quien pides 200 g. de jamón de York, y son 280, pides ½ de carne picada y son 600 g., te das cuenta al llegar a casa y mirar el tique de caja, porque siempre haces la compra confiado y con prisas; te da rabia porque lo has advertido varias veces antes, pero llega un momento tan harto que casi le insultas. ¿Y con el pan?, un obrador nuevo vende tres barras de pan por 1€ cuando lo habitual es 45 cént. cada una, empieza la guerra entre obradores y te preguntas, ¿todos estos años me han estado robando?, ¿no hay un organismo de vigilancia de precios?, ¿no existe un precio mínimo o máximo para algo tan básico como el pan?, ¿dónde está expuesto?.
O cuando tienes un siniestro, sea en la vivienda o con el vehículo, si es en la vivienda y pequeño el destrozo lo debes de solucionar y luego pasar la factura, si es grande pasa un perito al cabo de varios días, luego el informe y posteriormente te manda a alguien, mientras tanto puede haber pasado 45 días y el destrozo permanece, si lo arreglas apañado estás para cobrar lo que pagas. Con el coche igual, lo hacen siniestro total después de haber dejado el vehículo en el taller sin poder estar con el perito, y si no tienes otro medio de transporte te apañas como puedas, nunca te dicen que tienes o puedes tener un seguro de sustitución desde el mismo momento o desde el séptimo día.
Otro motivo por el que te dan ganas de estrangular a alguien, entiéndase grandes compañías de seguros, telefonía, Tv, ADSL con las que tienes contratado el servicio, es cuando hay una campaña donde ofertan a un precio más barato de lo pagas, regalan un móvil de última generación u ofrecen seguros casi la mitad del tuyo, o cuando no funciona el producto vendido como prometieron, puede llegar el momento que revientas y lo pagas con la/el telefonista, empiezas pidiendo que se ponga el responsable, nunca está en ese momento y sueltas **?ç¿lrz{ amenazando con cambiar de compañía, la persona al otro lado intenta adornar lo imposible, aleccionada, no tiene culpa, pero la sangre va subiendo a la cabeza y cuelgas, en el mejor de los casos te llama algún técnico que no soluciona nada, solo dice que escalará el problema, ni que fuera el Everest por lo que tardan, si lo hacen. Marketing y propaganda que intentan engañarte en muchas ocasiones como a los niños, pero los niños no son estúpidos, terminan recapacitando y algunos batallan.
¿Y Hacienda? que te mira hasta las costuras de los calzoncillos, al margen del IRPF, los impuestos directos e indirectos, y no deja desgravarte la guardería de tus hijos tan necesaria para acceder al mercado laboral, o los gastos ocasionados desde Primaria hasta la Universidad en libros y comedor, todo pagado con IVA, sin embargo el uniforme en los privados es desgravable, ¿Dónde está la honestidad política para dar soluciones?, que las hay. Estoy cansado de estar pendiente y amenazar por rabia e impotencia, sin resultados. Exijo soluciones.