En el siglo XX la existencia del cacique era habitual en países sin democracia, en el siglo XXI continúa siendo ejercida, no generalizada afortunadamente. Pero algunos casos se dan en la Sierra Norte de Madrid y a los hechos me remito.
Un grupo de vecinos convoca con profusión y pega de carteles una convocatoria de reunión para debatir problemas y buscar soluciones en un local particular, con el nombre de Círculo de…, el primer edil de dicha localidad, mediante coacción al propietario que había arrendado el local, presiona para que no se celebre dicho acto e incluso lo denuncia ante la Guardia Civil, la cual se persona e identifica a los asistentes como si fuesen malhechores.
Un caso similar le ocurrió a otro grupo de vecinos en otra localidad diferente, colocaron carteles en diversos lugares, públicos y privados para la creación del Círculo en una próxima reunión, y el primer edil en persona se dedicó a arrancarlos, testigos hay, no solo de simpatizantes del círculo, sino de vecinos ajenos a él no comprendiendo la actitud antidemocrática del Alcalde.
Posteriormente se solicita local para dicha reunión, el Ayuntamiento pide 30€ de fianza, no se entiende pero se abona, el local se entrega sin sillas, no fue un problema, pero al entregar las llaves la fianza se convirtió en alquiler, espero que sea una confusión o un lapsus y se reintegre dicho importe al ser un local público solicitado por un grupo de vecinos para hablar de las necesidades y carencias del lugar donde vivimos, nunca para un acto lúdico o privado.
Si los locales públicos (Casa de Cultura, en este caso) se alquilan, habrá un documento aprobado en pleno donde aparezcan las tarifas y precios hora. Exigimos esa información y que nos enseñe los recibos de reuniones celebradas en el mismo local durante los últimos tres años, por ejemplo, el día anterior hubo una de los Jueces de Paz de la Sierra Norte, anteriormente para la fiesta de la Guardia Civil. También la de otro local cuyas llaves tiene una persona, que solo viene los fines de semana y lo utiliza para uso particular, por ejemplo para la fiesta de Fin de Año o fiestas particulares o coincidiendo con las del pueblo.
Hasta ahora se ha obviado el nombre del edil y del pueblo esperando que se subsane el error, aunque esta actitud arbitraria no es de extrañar, es típica de ciertos ediles miembros del partido gobernante de la Nación que cuando pueden entorpecen la libertad de expresión y reunión de los vecinos. Desde luego se solicitará nuevamente un local para que los vecinos podamos hablar y buscar soluciones a nuestros problemas y carencias, muchas de las cuales fueron promesas en la propaganda electoral del 2011, promesas humo.
Parece la crónica de un periódico del siglo pasado, pero no, es de diciembre de 2014.