Las declaraciones de Pablo Iglesias de querer formar un gobierno con los más preparados,
les está sonando a chufla a muchos de los llamados políticos actuales, y a sus voceros.
Achacan a Podemos, su inexperiencia política, no entiendo ese menosprecio, cuando entre ellos hay politólogos y filósofos, abogados y economistas, si, falta un electricista, un frutero, un carpintero, cualquier autónomo, o personas de a pie que su único estudio es la vida, pero sabe la realidad y las penurias del día a día, por ejemplo, entre ellos yo, que no estoy preparado para dirigir una parte de la Nación, aunque hubo un electricista ministro, ¡coño!, a lo mejor si valgo.
Pero ¿qué experiencia tenían Adolfo Suárez y Felipe González cuando llegaron a gobernar?, eran abogados solamente. Ahora tenemos a un inepto como presidente de gobierno cuyo oficio es Registrador de la Propiedad, y ejercido poco tiempo, siempre ha sido una rata de partido. Encumbrado a presidente por creer que era maleable como la plastilina, sin darse cuenta que sobre todo es gallego, y como tal imprevisible, no sabemos si sube o baja. Con todas las virtudes que tienen los gallegos, este hombre es el peor ejemplo para imitar, los hechos lo está demostrando día a día y mes a mes desde hace tres años.
Pablo como politólogo expresa lo mismo que hicieron los Reyes Católicos (RR.CC.), el deseo «Possumus sicut Regi Hispaniarum Catholici» lema que significaba la pretensión de apoyarse en los más preparados, e igual que los RR.CC dejaron a un lado a los nobles (la casta) valiéndose, en aquellos tiempos, de elementos de la burguesía preparados que les asesoraron en los distintos campos, Justicia, Economía…, la historia ahí está, llegaron a formar la primera nación política del mundo.
Podemos se ha rodeado de personas de distintas profesiones, pueden ser buenos o malos, pero han estudiado sobre la política, para los descerebrados por lo que se ve no es garantía, también hay filósofos, si, filósofos como aquellos que fueron los que sustentaron ideas de ejercer un buen gobierno, filosofando un sistema llamado Democracia, tal vez le suenen, sistema escogido por una gran mayoría de países, pero que ha sido manipulado muchas veces, España es ejemplo de ello, no es un gobierno de la mayoría, sino del 31% de votantes, y gobernado por personas que representan realmente al capital financiero, grandes empresas o multinacionales. Dirán de Podemos que en su mayoría son universitarios de la Complutense, ¿pretenderán aniquilar ese reducto de sabiduría que es?, hace tiempo fue una de las mejores universidades de Europa, ahora no aparece entre la 100 mejores, puñeteros recortes en la Educación de gobernantes pro educación privada.
Seguramente su paradigma de educación sea el Pilar de la calle Serrano, o las distintas universidades católicas, las del OPUS, así como los colegios concertados en manos de la Iglesia.
Este gobierno es digno representante de los poderes antes descritos, un ejemplo ha ocurrido en aguas Canarias, se ha valido de la Armada para proteger los intereses de una Multinacional, cuando el ejército está para la defensa de la nación frente a agresiones de otras. Este gobierno defiende lo particular por encima de los intereses generales y del derecho al medio ambiente, como proclama el artículo 45 de la Constitución Española de 1978. También se queja este gobernante, en Australia, de que el grupo G20 aplaude sus reformas pero que los españoles no sabemos apreciarlas. Pero ¡so memo!, aplauden su mejor manera de obtener beneficios, con más de 5 M de parados como reserva de mano de obra, ofreciendo escasos empleos con un sueldo de 640 €, sueldo de subsistencia o esclavitud, y por horas, días o semanas como mucho. Intolerante condiciones de sueldo, cuando tiene la desvergüenza asignar a los diputados, por sus desplazamientos a Madrid, más de 1900 €/mes, al margen del sueldo, viajes, taxis, teléfono, vamos, menudencias.
No nos toméis el pelo, los ciudadanos saben lo que quieren y ven con esperanza a aquellas personas que han logrado sobresalir con un proyecto político viable para la ciudadanía.