Aristóteles en su obra «Ética» afirmaba, la justicia tiene una función correctiva que es fundamental para la sociedad civilizada.
Pero en España la justicia es peculiar, distinta cuando afecta a la casta política, actuando según intereses partidistas y siempre escorada a una tendencia, algunos ejemplos claros son los siguientes:
Filesa, condenando a los implicados por financiación ilegal; caso ERE andaluz, encarcelamiento y fianzas cercanas a los mil millones, caso Campeón aún por dilucidar. Los jueces actuaron y actúan como deben.
En los casos:
– Naseiro, absuelto, archivado y prescrito, por su dilatación temporal. Pallerrols, la Audiencia de Barcelona ha suspendido el ingreso en prisión de los implicados a la espera de que se resuelva la petición de indulto que han presentado al Gobierno, puede tardar un año.
– Gürtel, el ministro principal de Gibraltar, Picardo, asegura que «España es ya el único país del mundo que nos acusa de ocultar información de evasores y el único que se niega a solicitarnos información». La Audiencia Nacional rechaza la extradicción de Falciani a Suiza, que a su vez había amenazado con no entregar el listado de defraudadores españoles, si no deportaban a Falciani, trabas para perjudicar la investigación si antes no es defenestrado este juez, como su antecesor.
– Operación Emperador, blanqueo de dinero con implicación de grandes fortunas incluyendo familiares de esta monarquía, solo el chino estuvo o está en la cárcel. Bárcenas y sus papeles, la UDEF certifica la veracidad de dichos papeles, la financiación ilegal del partido gobernante puede que prescriba, a pesar de todos los indicios incriminatorios. Nóos, la Audiencia de Mallorca suspende la imputación de una borbón. De todos estos casos, los pocos que entraron en la cárcel están en libertad con fianzas irrisorias para el montante defraudado. Los jueces se han mostrado más laso por razones que no puedo exponer, actuarían contra mí sin dilación por decir lo que pienso y serían inflexibles, soy un cobarde, lo sé.
Como siempre, cuando se generaliza se comete una injusticia, lo reconozco, yo la he cometido, no todos los jueces son de la catadura moral que expongo. Como decía mi buen amigo Platón ante la posición de Trasímaco, «de que el derecho es la fuerza», Platón respondía que el hombre verdaderamente justo, no identifica poder con derecho. «El que sigue la ley de la fuerza causa no solo la infelicidad de los demás -cosa a la que no se puede llamar justa-, sino la suya propia, pues se condena a sí mismo a poder ser dominado arbitrariamente cuando tope con alguien con mayor poder que él».
Siguiendo con los clásicos, en la rebelión de Antígona (Sófocles 496-406 a.n.e.), esta se rebela contra el «orden establecido» del que habla el tirano Creonte al afirmar que «al que la ciudad ha colocado en el trono, a ese hay que obedecer, en lo pequeño y en lo justo, y en lo que no lo es». Porque en la mente ateniense, el orden establecido ya no se podía justificar tan sólo por el mero hecho de que existiera: al poder y la autoridad los legitima sólo la justicia. Es una tragedia que sólo podía ocurrir en una sociedad en la que el individuo hubiera descubierto una ley superior a la humana y, a las más de las veces, distinta de ella. No estamos en aquella época, hemos evolucionado, y en ese caso ¿no debería de actuar la justicia en los casos de engaño a la ciudadanía? Por ejemplo: las promesas electorales son un contrato con los electores, pero si engañan no solo incumpliendo, sino haciendo todo lo contrario a lo prometido y en un corto periodo de tiempo robando la inversión, como ahora ocurre, el contrato se debe de romper y convocar nuevas elecciones, es de Justicia.
W. Benjamín (1892-1940) escribió, «el engaño no solo por consideraciones morales, podría desencadenar la violencia en la persona engañada, hay que prohibir el engaño (sobre todo político), esto limitaría el uso de los medios enteramente no violentos, debido a que éstos, por reacción, podrían engendrar violencia».
Ejemplos de engaño que la ciudadanía por cientos de miles han denunciado: la Iniciativa popular de la Dación en Pago, respaldado por un colectivo de jueces que consideran la Ley Hipotecaria española de usurera, incluso criticada por la comisión de Justicia de Europa; este gobierno accedió llevarla al Congreso para debatirla, solo la han debatido los miembros de su grupo y otros temas solo con la Conferencia Episcopal. Como la «Ley de Educación», donde se han posicionado en su contra, padres, docentes y alumnos, son más de tres (siete millones). La «Ley de Costas», derogando leyes anteriores donde el litoral marítimo, antes de todos, ahora pasará a particulares. La venta de montes y espacios naturales a particulares, cuando es lugar de disfrute y protección de la Naturaleza, para todos incluso la Humanidad. Privatización de la Sanidad Pública, con más de un millón de firmas en contra, apoyados por pacientes, sanos, profesionales médicos, ayudantes, enfermeros… varios millones. Parados otros siete millones. Jubilados y pensionistas nueve millones, este gobierno tiene la mayoría parlamentaria, pero no tiene la mayoría social del Estado, como demuestran los más de 20 millones de descontentos.
La Justicia se debería de personar ante tantas injusticias contra la ciudadanía, y no lo hace, dicen que tiene los ojos vendados, en España tiene un antifaz, está robando justicia en lugar de impartirla, al estar en manos de especuladores judiciales. Protágoras decía, «el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son y de las que no son», aquí es un claro exponente. Nombran ministro para Justicia a un fiscal de carrera, que su suegro firmó la condena a muerte de Puig Antich y presidente de la Fundación Francisco Franco, su hijo trabaja en el despacho de abogados del indultado «kamikaze» causante de una muerte, y un Fiscal General del Estado, con un tío que fue magistrado del siniestro TOP, su padre Director General de Justicia y luego del TS, antecedentes válido para socavar cualquier intentona de dar luz a la Memoria Histórica o de Justicia a los represaliados del franquismo.
Una vicepresidenta con su esposo contratado por Telefónica en 2012. Un ministro de Economía de Lehman Brothers, la desencadenante de la crisis financiera internacional y del OPUS. El de Hacienda funcionario de carrera, alternando con la política, llegó a declarar, que si él era elegido, sólo se dedicaría a recortar y no a reformar la economía, pero no se recorta 1.823,86 euros, por dieta y manutención a pesar de vivir en Madrid y del OPUS. El de Exteriores, monárquico de la JUME en 1960, funcionario de carrera, no diplomática, desde 1968 y en la política desde entonces y del OPUS. El de Interior político desde 1978, con 28 años y del OPUS. Ministra de Fomento Licenciada en Medicina y Cirurgía, funcionaria pero siempre en política, muy cercana al OPUS. Ministra de Empleo, siempre en política, nunca ha trabajado en el mundo laboral y del OPUS. El de Industria, licenciado en Economía, funcionario solo cinco años, desde 1989 en la política y del OPUS. El de Agricultura, se siente africanista por comer productos caducados, abogado del Estado y en política desde 1982 y del OPUS. El de Defensa, vendedor de armar y bombas de racimo y del OPUS. La de Sanidad, la que le apareció un jaguar en el garaje, le pagan las fiestas de cumpleaños de sus hijos por la Gürtel, delitos prescritos, en política desde los 24 años y del OPUS. El de Educación, valedor de una reforma retrógrada y de subvenciones a colegios religiosos, subvencionados y del OPUS. Nos recuerda el gobierno de los Tecnócratas de la dictadura, también en la órbita del OPUS. Igualmente debemos de reseñar el gran número de jueces pertenecientes a la misma secta religiosa. Por todo ello, la Judicatura y los verdaderos jueces, los que imparten Justicia, deberían controlar a sus miembros y parientes cercanos, ascendentes o descendientes, ante posibles fuentes de influencia indirecta a la justicia, llevándola a la injusticia.
Bibliografía
“Hª del pensamiento social”, Salvador Giner. 12ª edición: septiembre de 2008, Editorial Ariel, pp. 31, 46.
«Crítica de la violencia”, Walter Benjamín, Editorial Biblioteca Nueva, 2010, Diario Público página 106.
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