En España nunca han faltado los defensores de la ignorancia, suelen pertenecer a los gremios más reaccionarios, y por lo tanto más interesados en la sumisión analfabeta de las mayorías.
Hoy pretenden volver al medievo también en la Educación, refugiando el saber en lo privado, haciéndolo desaparecer de entre los demás hombres, antes en los conventos medievales ahora en los centros concertados y privados, en aquel entonces la ignorancia aseguraba la fe en los milagros y la reverencia hacia los terratenientes, y las masas de jornaleros trabajaban a cambio de salarios de limosna en sus latifundios, o marcando el paso en los desfiles ante el Santísimo y la bandera a los sones de una música patriótica. El acceso a la Universidad Pública sólo era para una determinada clase social, y la Universidad privada para la élite de la burguesía o la casta política. Su pretensión actual es desmantelar la Enseñanza Pública sin relevar profesores, quitando subvenciones a los públicos, pero no a los concertados, particulares o privados, en detrimento de la población más desfavorecida, hacinando alumnos por falta de profesorado, afectando en sus clases de apoyo, al no poder atenderlos.
Quieren una enseñanza básica, leer, escribir, sumar y restar, con la intención de retroceder
a tiempos pasados, con la intención de contrarrestar los avances del último siglo, donde la sociedad debido al paulatino enriquecimiento cultural y el fin del analfabetismo, muy alto hasta mediados de siglo XX, que posibilitaron los logros sociales en Sanidad, Educación, Jubilación…, y están aboliendo a pasos agigantados desde que llegaron al poder. Porque saben muy bien que «el saber despierta el apetito de saber más; la ignorancia sólo alimenta ignorancia y desgana», y ahí estamos, en una apatía de buena parte de la juventud a la que se la ha imbuido en los últimos avances de la tecnología, pretenden que el niño no aprenda, sino que aprenda a aprender repiten, que desarrolle su creatividad, espíritu crítico, a ser posible transversalmente, bajo el eufemismo de una frase muy utilizada actualmente, ¿para qué necesitan aprender nada, si todo el conocimiento está fácilmente disponible con solo teclear en un teléfono móvil? Gracias a Internet, ejercitar y alimentar la memoria es una tarea tan obsoleta como aprender a cazar con arcos y flechas.
Debemos plantar cara a los exabruptos de ciertos políticos, miremos atrás, lo que ocurrió en el pasado, nos ayudará a comprender el presente, pongámonos en guardia contra las manipulaciones y los groseros embustes a los que son tan aficionadas las castas políticas y sus ideólogos. La historia nos ha dado ejemplos de lo que ocurrió antaño, y películas como «La lengua de las mariposas» nos describe perfectamente lo que hicieron los matarifes del ejército sublevado en julio de 1936, ejecutaron a innumerables maestros de escuela como el indicio de otro orden de prioridades.
Hoy no llegan a tanto, pero tomaron el poder mediante engaños en sus promesas electorales, y el resultado de las urnas no podemos revocarlos a pesar de la manifiesta manipulación en sus discursos.
La educación debe ser independiente, de forma que la autoridad intelectual no sea sumisa al poder político. Volver a los principios de la Ilustración, basados en la revolución científica de la Ciencia y la Educación por el Bienestar Social, y no regresar a un nuevo absolutismo político.
Hay que devolver a la profesión docente lo que pretenden anular, la búsqueda del bien común y no individual, donde sus gratificaciones y logros no son del maestro, si no, para los estudiantes, para que tenga razón de ser, todo por el bien de la Sociedad.
Bibliografía:
La memoria viva, Antonio Muñoz Molina, El sable Mejora y libera, la ignorancia embrutece
http://periodistas-es.com/