José Martí 1853-1895, un romántico por su inspiración y rebeldía, un precursor del Modernismo por sus gustos e inquietudes y por las cualidades de su prosa, un orador de gran altura, el caudillo de un pueblo al que entregó su inteligencia, su voluntad y su vida, dijo: toda persona en su vida debe «plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro». Las tres conllevan una cierta forma de transformación, de crecimiento, estos tres conceptos nos hablan de un mismo tema: nuestra herencia, la forma correcta de dejar nuestra huella, nuestro granito de arena, algo personal de nosotros para que sobreviva en un futuro.
– Plantar un árbol.- Interesante experiencia que al cabo de los años dará satisfacción a cualquiera que se ponga bajo él, ya sea en un espacio público o privado; cualquier ámbito es bueno para ver nacer y crecer a nuestro árbol.
– Tener un hijo.- La realización de la capacidad creativa más importante que tenemos los seres humanos, nada de lo que podamos engendrar nunca será tan perfecto como otro ser humano.
– Escribir un libro.- Lo más difícil, ya que las ideas van y vienen, pensamos porque hay pensamientos, percepciones sensibles, impulsos, tendencias, voliciones, etcétera, tu evolución dentro de la sociedad y la forma de entenderla.
Todos los objetivos los he cumplido, ya me han publicado el último, un libro titulado: El Estado participativo, una nueva forma de Estado, Autor: José Enrique Centén Martín, no ha sido aceptado (solo vendí 10 ejemplares), pero ha sido gratificante. En algún otro momento lo retocaré.
