En el artículo «Bárbaros y Sindicatos» se hacía un paralelismo «sui generis» de los diversos Sindicatos, su actitud y forma de actuar.
Ahora profundizaremos un poco más; algunos de los sindicatos minoritarios comienzan a quitarse la careta, pregonan lo mismo que la Sra. Aguirre y sus voceros, estos con cierta lógica porque representan a los empresarios, pero lo triste es que compañeros de nuestra empresa actúen de la misma manera, acusan sin fundamento a los Sindicatos Mayoritarios de tener representantes sindicales liberados que no se encuentran en la empresa, perdiendo de esta manera el contacto con los trabajadores y de sus problemas con ella.
Como creo que no rectificarán ante esta campaña muy bien pensada, orquestada y supongo que aplaudida por la dirección con el único fin de menoscabar la confianza de los trabajadores, queriéndoles llevar a la desidia, desinterés y el descrédito de los Sindicatos en general, por ello haré diversas puntualizaciones al respecto:
Todos los representantes sindicales tras el Pacto de Toledo, tienen derecho a ciertas horas para ejercer la atención, representación, información en defensa de todos los trabajadores, pacto que fue refrendado por los partidos políticos, gracias a los Sindicatos Mayoritarios que lo negociaron y así poder defender a los trabajadores frente a los abusos de la Patronal, ¿dónde estaban ellos?, ¿porqué no dijeron nada entonces?
Los liberados, son congelados salarialmente por sistema en casi todas las empresas, asisten a reuniones fuera del horario laboral, envían correos los sábados y domingos porque la dirección pone cortapisas en días laborables; estos motivos son algunos de tantos, se puede comprobar lo dicho para cerrar las bocazas a esos pseudo-sindicalistas.
Respecto a los liberados y su función se explica por solo, la necesidad de ellos es patente en muchas empresas, son trabajadores que vienen de oficinas, talleres, de campo, fábricas.., sin una preparación en temas laborales, sólo conciencia de clase y compromiso en la
Rata leguleya
defensa de nuestros derechos, son liberados para prepararse en los asuntos jurídicos y laborales, frente a la tropa que en su mayoría las empresas tienen dentro de su departamento de RRHH, una serie de abogados o asesoría jurídica especializada, donde cada uno de ellos lo es en un asunto específico, todos ellos son «liberados» ninguno «mileurista», verdaderas ratas leguleyas pagadas con el beneficio que la empresa obtiene debido al esfuerzo de todos los trabajadores.
Este cuerpo especial que toda empresa posee, se dedica únicamente a perseguir y buscar la tergiversación de las leyes como verdaderos expertos que son, se ayudan de terceros como los antes descritos, para minar la confianza de los trabajadores en beneficio del amo, y a pesar de ello los representantes sindicales defendemos a los que nos menosprecian, critican, persiguen, como a todos los trabajadores e incluso a esos que no lo son.
Publicado en El Muro nº 3 de UGT-Indra, Diagonal.net
Un sindicato de verdad, es otra cosa. Eso son empresas estatales de gestión de privilegios.
Salud.
Todo es mejorable desde luego, y también es cierto que la estructura que tienen el propio sindicato hace que algunos de sus componentes se crean con unos privilegios que los demás no tenemos, una especie de fucionariado muy especial, sobre todo personas que no vienen de de las empresas, sino contratados por la estatal, dan a veces una imagen impropia, ahí es donde los liberados no deben de caer aunque la tentación es grande, se debería de crear un comité de ética que fiscalizara esas actuaciones, al igual que las empresas privadas.