Al igual que en 1815, hoy se ha plasmado una nueva Santa Alianza, entonces fue para mantener y restaurar los regímenes absolutistas frente a los movimientos revolucionarios de Europa, la llamada Restauración, esa paranoica conjura radical que acabó con el nuevo orden social y el incipiente Estado del Bienestar que trajo la Revolución Francesa, en España con los 100.000 hijos de San Luis en primer lugar y, posteriormente la sublevación contra el orden legítimo, como sucedió con el levantamiento militar y reaccionario contra la II República, puesta como ejemplo por tener una de las Constituciones más avanzadas del momento al alcanzar altas cotas de libertades individuales y colectivas, pero fueron ahogadas por la brutal represión franquista.
Hoy los cachorros de aquellos insurrectos tienen su Santa Alianza regida por un nuevo Metternich, «el Mercado», ejercerán la represión de forma distinta, en lugar de los «paseíllos», ley de fugas y fusilamientos, van a practicar la muerte por inanición y agotamiento debido a los sueldos de miseria que nos llevará a una esclavitud camuflada en horas extras o varios empleos, salimos de la dictadura con una Transición que solo ha servido para rejuvenecer a muchos de los causantes del holocausto español, hemos creído en la Democracia sin hacer caso a Platón que decía «la Democracia degenera en la demagogia y la corrupción», a la vista está, un juez busca hacer justicia por los asesinatos de los insurrectos y es inhabilitado, se investigan las corruptelas políticas y es enjuiciado, se intenta investigar a la aristocracia en un duque y el investigado es el investigador.
Ya no podemos creer en estos partidos políticos y esta forma de Estado, su desprecio por el pueblo es tal que nos consideran vasallos en lugar de ciudadanos, hay que enfrentarse a este nuevo orden social que nos han impuesto, han ejercido lo más peligroso, la influencia de los intereses particulares en los asuntos públicos, pregonando que es la voluntad de todos, cuando es la suma de voluntades particulares del interés privado.
Necesitamos otra forma de Estado, aquel donde sus ciudadanos tengan la facultad de Pensar, Decidir y Sentir «inter pares», donde «voluntad general» sea en pro del interés común y en contra de la individualidad, dejando a un lado la pasividad como si fuésemos un objeto, en lugar de un sujeto del proceso histórico del momento, tomemos la calle para reclamarla, cuando dicen que lo hacen por el progreso hay que mirar el pasado, ahí tuvimos progreso, ahora pretenden nuestro retroceso, porque al imponer esta minoría «el Mercado» su concepción de progreso a través de sus representantes políticos, no son diferentes a los tiranos.
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