Los trabajadores en el s. XIX durante la revolución industrial española y sobre todo en Cataluña (textil) o País Vasco (siderurgia), aparecen como una nueva clase social el Proletariado (su nombre proviene del flujo migratorio del campo a las ciudades de las familias con toda su prole – hijos -), este proletariado soportaba unas condiciones laborales muy precarias (jornadas de hasta 15 h. diarias, ruidos, temperaturas extremas, ambiente cerrados, despido libre, rebajas salariales en época de crisis, miserables condiciones en la vida familiar, contratación de niños en las minas por su facilidad y pequeñez para introducirse en pequeños reductos, contratación de mujeres principalmente por su carácter sumiso).
– La 1ª Huelga General para paliar parte de estos problemas se inició en Cataluña en Julio de 1855, y se consiguió:
- Libertad de Asociación.
- Horario laboral estable.
- Limitación despido libre.
- Fin de la contratación de niños hasta cierta edad.
- Educación obligatoria hasta los 9 años de esta manera se evitaba el abandono de los niños y las madres estaban obligadas a su cuidado (de alguna forma es un inicio de cierta convivencia familiar).
– A partir de 1900 aparece una nueva clase social los OBREROS y con ellos los primeros partidos obreros llamados SINDICATOS, en 1919 se inicia en Canadá una Huelga General a nivel mundial, en España se logra la jornada laboral de 8 h. diarias, a partir de los años 20, se intensifican los movimientos obreros creándose distintos sindicatos, para hacer frente a la intransigencia de los Terratenientes y la Oligarquía, llegando incluso a estar representados en el Congreso de los Diputados.
– El paréntesis de nuestra incivil guerra provocada por la progresiva pérdida de privilegios oligárquicos y caciquil por los avances políticos, como el voto femenino entre otros, tuvo un receso de varios decenios, pero la lucha obrera fue emergiendo poco a poco hasta conseguir notables mejoras a pesar de la incruenta represión ejercida que concienció a los trabajadores ya que no tenían nada que perder sino de reconquistar parte de lo perdido y mejorarlo, consiguiendo a través de los años paulatinas mejoras hasta:
- Jornada laboral de 40 h. semanales.
- Pagas Extraordinarias.
- Seguridad Social.
- Salud y protección Laboral.
- Vacaciones retribuidas.
- Periodo para Lactancia.
- Jornada reducida para las madres hasta los 8 años desde el nacimiento.
En este momento las reivindicaciones obreras a través de los sindicatos pretenden dar otro salto cualitativo, como:
- Jornada de 35 h. semanales.
- Conciliación familiar real en horarios.
- Ayudas a guarderías o creación de Guarderías de empresa,
- Tele trabajo para facilitar incorporación a la reconciliación familiar.
- Mejoras en la Seguridad y Salud laboral.
- Subida salarial real (lograr que parte de los beneficios empresariales se repartan también entre los trabajadores, no solamente entre los accionistas).
– Desde finales del s. XX y principio del s. XXI, la clase obrera ha perdido paulatinamente su identificación y la memoria, olvidando las ventajas sociales y económicas logradas durante siglo y medio de las luchas de sus abuelos.
En estos momentos la estrategia de la Patronal es inculpar de la recesión actual al Mercado y las Finanzas, como si fuese un personaje taumatúrgico cuya faz nadie conoce y causante del colapso en todas las economías nacionales, a través del FMI, BCE y los expertos económicos de los partidos políticos, esos mismos partidos a quién la Banca a condonado las deudas contraídas ¿por altruismo? o como…….. , esa Banca que como motor financiero ha sido la causante de la especulación, sobornos, bonos basura, usura en los préstamos…., ahora recibe de los Estados ayudas para recuperar las pérdidas causadas por su despropósito, demostrándonos donde reside el poder y a quién representan verdaderamente muchos de los partidos políticos, esos expertos “recomiendan” a los Estados unas Reformas Laborales en bien de la Sociedad y el poder adquisitivo de los trabajadores, descargando el peso en los asalariados mediante unas propuestas que nos sitúa en los albores de la 1ª Revolución Industrial como:
– Jornada laboral de 65 h. semanales.
– Establecer horarios reducidos a su criterio.-
– Rebaja Salarial.
– Flexibilidad de jornada laboral.
– Encaso de futuras posibles pérdidas, reducción de plantillas.
– Despido gratuito y libre
– Trabajo por horas ( actualmente las ETT incluyen en el sueldo, vacaciones, prorrateo pagas extras ).
– Modificación en los contratos de trabajo.
– En caso de necesidad, horas extras evitando nuevos contratos, el incremento salarial lo paga el trabajador a través del IRPF, ahorrándose SS y prestaciones de desempleo.
– Anular cualquier representación sindical.
Publicado: UGT Algeciras